Un camino de autoconocimiento, consciencia y cuidado
Cada mayo, al llegar el Mes de la Concientización sobre la Salud Mental, sentimos una invitación colectiva a mirar hacia dentro. A preguntarnos no solo cómo está nuestra salud mental, sino qué entendemos realmente por salud mental.
Como terapeuta, mamá, mujer latina y ser humano viviendo las complejidades de este mundo, para mí la salud mental no es solo la ausencia de enfermedad o sufrimiento. Es mucho más profundo y personal.
La salud mental es una capacidad.
Una que vamos construyendo cuando nos atrevemos a conocernos, a observarnos sin juicio, a entender nuestros propios ritmos, heridas, y formas de respuesta ante la vida.
“Conocer es aliviar”
La psiquiatra española Marian Rojas Estapé lo dice de forma muy clara:
“Conocer es aliviar.”
Y tiene razón. Porque cuando te conoces, empiezas a entender:
- Qué situaciones te desestabilizan
- Qué personas te drenan
- Qué hábitos te generan más estrés
- Qué entornos no te hacen bien
Pero también descubres:
- Qué te calma
- Qué te recarga
- Qué te conecta con tu bienestar y contigo misma
Autoconocimiento como base de la salud mental
Cada uno de nosotros tiene un mapa emocional único.
Lo que me estresa a mí puede ser irrelevante para ti, y lo que a ti te da energía puede que a mí me agote.
Por eso el trabajo empieza con preguntas como:
- ¿Qué activa mi ansiedad?
- ¿Cuáles son mis detonantes o “triggers”?
- ¿Qué situaciones me hacen sentir fuera de mí?
- ¿Qué me ayuda a volver a mí misma?
- ¿Dónde, con quién, o haciendo qué me siento más en paz?
Este tipo de preguntas no son necesariamente filosóficas, son herramientas esenciales para cuidar nuestra salud mental.
Salud mental también es elegir
Una vez que sabes lo que necesitas, puedes tomar decisiones más conscientes.
Puedes poner límites. Puedes buscar espacios de descanso. Puedes dejar de forzarte a encajar donde ya no perteneces.
Puedes empezar a crear una vida que se parezca más a ti.
Eso también es salud mental.
Y no se trata de hacerlo perfecto
Porque no se trata de hacerlo perfecto.
Se trata de entender que la salud mental es una práctica, un proceso vivo que vamos construyendo día a día.
A través de años de trabajo interno, de leer, de estudiar, de reflexionar y, sobre todo, de practicar, hoy por hoy me sé leer con más compasión y autocuidado.
He aprendido que esta capacidad de comprenderme, de escucharme de verdad, no nace de un momento a otro: se cultiva.
Hoy tengo más herramientas de auto-conocimiento, más lenguaje interno, más caminos claros para regresar a mí misma cuando la vida me sacude.
Y sé que ese regreso no siempre será inmediato, ni perfecto, pero sé que es posible, porque es algo que he construido poco a poco y paso a paso.
La salud mental como una práctica viva
La salud mental no es un destino ni una etiqueta, o un diagnostico o tratamiento para aliviar síntomas. Es mucho mas que eso, es una práctica viva, una relación activa con nosotras mismas que se construye con atención, con intención, y con mucho amor.
Cuidar de nuestra salud mental es aprender a preguntarnos con honestidad: ¿cómo estoy hoy?
Y darnos permiso para escuchar la respuesta sin juicio.
Es saber que no estamos solas.
Que nuestras emociones, incluso las incómodas, no son peligrosas.
Que nuestro mundo interno es habitable, y que tenemos la capacidad de volver a nosotras una y otra vez.
Conocernos es el primer acto de cuidado.
Y acompañarnos, día a día, con respeto y ternura, es también una forma de sanarnos y promover nuestra salud mental.
Te animo a compartir este articulo con alguien este mes de Mayo, como una manera de empezar un dialogo y sembrar conciencia acerca de nuestra salud mental. Cuento con tu ayuda!
Por Ana Rivera
Aviso Importante
La información compartida en estas cápsulas de salud mental refleja las ideas del autor y enfoques personales para promover el bienestar y la salud mental, y no representan necesariamente el punto de vista de esta estación, su administración o afiliados. Estas cápsulas tienen como único propósito proporcionar ideas útiles e informativas de carácter general. No constituyen un reemplazo para el tratamiento profesional, la terapia o el asesoramiento especializado.
Si tú o alguien que conoces necesita asistencia personalizada o apoyo profesional en salud mental, te animo a buscar orientación de un profesional calificado y con licencia. Como autora de estas cápsulas, renuncio a cualquier responsabilidad por riesgos o daños—profesionales, personales o de otro tipo—que puedan surgir de la aplicación o interpretación de la información proporcionada.